La segunda sesión del club de lectura de la Asociación 50a50 de este año ha girado en torno a la obra autobiográfica de Vanessa Spignora, «El Consentimiento».

En la obra, la autora francesa narra en primera persona los abusos sufridos con trece años por parte del escritor francés Gabriel Matzneff, de cincuenta y uno. Con este relato, donde se describe el control y la manipulación ejercidos por Matzneff y las consecuencias de esta relación a lo largo de toda la vida de la autora, Spignora puso sobre la mesa el abuso sexual de menores, y la incapacidad de la sociedad de reaccionar frente a tal situación. De hecho, durante la obra acusa a la sociedad francesa de mirar hacia otro lado y tolerar la pederastia.

Durante la sesión, conducida por Anna Mercadé y Cristina Oliva, se ha abierto un debate distendido sobre el relato de la culpa en los abusos, la constante manipulación ejercida en este tipo de relaciones, la impunidad social y las relaciones de poder.

Como bien ha explicado Cristina Oliva, la autora hace un relato bastante crudo de los abusos vividos y, sobre todo, de la falta de mecanismos sociales para abordar estas situaciones. Sin embargo, Cristina Oliva destaca que «se le ha quedado corto». Añade:” La sociedad es lo que da más asco de todo esto; la madre, la escuela, la opinión pública. He echado de menos que sea más explícito, que se hable de forma más descarnada sobre lo que pasó”.

Asimismo, durante la charla se ha destacado la vulnerabilidad de las mujeres adolescentes en estos casos, así como el dolor de la autora casi treinta años después de los abusos. Como ha destacado Anna Mercadé, la historia de las mujeres es el consentimiento, que durante muchos años ha sido nuestra obligación. Es el consentimiento de toda la sociedad.