El Ciclo Hipatia señala la sociedad como causa del empeoramiento de la salud mental de las mujeres
La segunda sesión del Ciclo Hipatia, con título «El impacto de la pandemia y la crisis sobre la salud mental desde la perspectiva de género», denunció la invisibilidad que se está dando a este grave problema incrementado por la triple crisis de la Covid-19. Se ha señalado que la causa es la estructura de la sociedad y no la pandemia. Durante la charla, se han pedido medidas urgentes para frenar el empeoramiento de la salud mental, que ha afectado sobre todo a las mujeres.
La presidenta de 50a50, Anna Mercadé, ha introducido el Foro Hipatia y ha explicado que «la mayoría de estas problemáticas recaen en las mujeres, que han estado en primera línea como profesionales de los cuidados, la medicina, las farmacéuticas y la limpieza «.
Leticia Asenjo Huete, directora técnica de EDAI, ha expuesto la situación de la salud mental en niñas y sus familias: «Ha habido subdiagnosticos de trastornos en niñas y la carga de la crianza ha recaído en las madres».
Además, un 22% de mujeres ha sufrido un ataque de ansiedad frente a un 9% de hombres, según ha explicado Dolores Liria, psicóloga y comisionada de Desarrollo Profesional y Empleabilidad en el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña. La ponente ha añadido que no se puede mejorar la salud mental de las mujeres sin que haya un cambio social.
Seguidamente, Anna Olivé i Torralba, de Medicina General y Psicogeriatría del Hospital Mare de Deu de la Mercè, miembro de la junta de Metgesses.cat y vicepresidenta de las secciones de médicos de residencias y del ámbito socio-sanitario del CoMB, ha hablado del impacto en mujeres mayores. «Las mujeres vivimos más pero con peor calidad de vida, vamos tarde a la consulta (y más con la pandemia) y llevamos la carga de los cuidados sin que esto se valore», ha dicho Olivé.
Alba Luque Tintó, enfermera de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria de Salud Mental en la Fundación Sanitaria Mollet del Vallés, ha dado voz a las profesionales de enfermería y ha evidenciado la violencia del sistema sobre las mujeres con un relato conmovedor: «Los hombres volvían de la guerra como héroes. Nosotras, enfermeras, volvíamos a casa y nos quedábamos solas, no podíamos ni siquiera abrazar a los hijos».
Gemma Parramon Puig, jefa de sección del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la Vall d’Hebron, ha explicado cómo han aumentado dramáticamente los casos de trastornos de la conducta alimentaria y las tentativas de suicidio. «Los cuidados deben ser 50a50, necesitamos mejorar las condiciones de vida de las mujeres y se debe exigir corresponsabilidad», añadió Parramon.
Finalmente, las ponentes han pedido que se lleven a cabo acciones urgentes para mejorar la salud mental de las mujeres, tales como el aumento de recursos, políticas de mejora de la conciliación, formación de profesionales en perspectiva de género y más psicólogos y psicólogas los centros de atención primaria. Combatir la feminización de la precariedad, adaptar los servicios a las mujeres, corresponsabilidad, perspectiva de género en todos los programas, desgregar todos los datos por sexo y liderazgo compartido entre hombres y mujeres en el sector de la salud son otras de las propuestas aportadas.